Buscar este blog

lunes, 24 de febrero de 2014

El Gran Desierto

                                                               a Rainer Maria Rilke, que me dice de lejos

sembrado en esa amplitud
apliqué el caballo al raro ejercicio del habla
los robles, las acacias, los pájaros a veces
arrojado tardemente luego a la intemperie de las calles
busqué un silencio sin sospechas
las comas, los puntos, los sonidos a veces
entre todo lo que pueda ser un yo
y entre todo lo que pude ser un yo
interpuse la palabra
para disiparme
oscuramente
apelado por todos los nombres que ignoran todo del gran desierto
que ignoran todo del Gran Desierto
todo del Gran Desierto

sábado, 22 de febrero de 2014

Un cuento de horror

Cuando despertaron estaban muertos. Caminaron sin embargo. Escribir es la manera más estúpida de estar desesperado, le dijo. Es limitarte la libertad de estar exhausto. Escribir no es una manera, le contestó. Escribir es un hacer al viento una promesa. Es descansar, le dijo, mostrarle las rodillas al rey. Quien escribe se calla. Es quizá la forma más perversa de la calladura. Escribir no es una forma, contestó. Es la fatalidad demostrada en acto. Es un círculo vicioso que nunca nadie inició, que ya no se termina. Escribir es abrir nuevos falsos evangelios, es cambiar a Dios por chorros de imprenta, por dibujitos en al hoja, le dijo. Escribir no es una forma, contestó. Escribir es el grito que se puede. El paraguas que se puede. El hijo no se ha tenido. Escribir, le dijo, es un modo de la falta de valor. Es la infame consecuencia del fracaso en laurel travestida. Es la manera más vil de la falta de prójimo. Escribir no es un modo, contestó. Escribir es una fuerza escasa pero única. Una intimidad contagiada. Es un vínculo borroso. Cuando dejaron de hablar estaban muertos. Siguieron caminando sin embargo.

jueves, 20 de febrero de 2014

Una historia de la conmoción

Primero una declaración. Los dibujos que a continuación trazo llevan, como sustrato justificatorio, una sospecha. Sospecha nacida y criada, bueno es decirlo, en los barriales de las experiencias propias, en los suburbios de referencias de próximos, en el desierto de intuiciones sobre ajenos. A saber, la literatura como hija de la conmoción. Explico.
     Sobre esto han hablado muchos, mucho y mejor, claro. Yo sólo invito a una precisión de rebordes. A un deslinde y, por qué no, a un leve viraje de perspectiva. No aplico, en el lugar donde digo conmoción, la palabra experiencia. Tampoco la vaguedad de sentimiento. Ni siquiera pensamiento. Aunque todo ello, estimo, probablemente sea en alguna medida partícipe de la instancia creativa, también reparo en que las más de las veces experiencia, sentimiento y pensamiento participan en una suerte de trenzado que resulta en algo que, sin fundamentalismos, podríamos llamar conmoción.
    La experiencia en sí misma, digamos, lo vivido, no posee, creo yo, vocación de representación. Tampoco el sentimiento, que es, al parecer, un estado más que una manifestación, propone, demanda o exige un pase a la verbalización. En cuanto al pensamiento, que sí suponemos fuente de innúmeras páginas vinculadas al saber, a la reflexión, al análisis, por nombrar algunas de sus formas, no, en cambio, resulta fácil de postular como fuerza propulsora de la obra de creación.
    La conmoción, en cambio, es el resultado, la somatización de algunas de las tres nociones anteriores. Defino la conmoción entonces como la reacción anímica, afectiva, emotiva, ante la experiencia, el sentimiento, el pensamiento o ante algún entrecruzamiento posible de estas tres ideas que anoto.
    Dicho esto, insisto. La obra creativa supone, a mi entender, una previa alteración ante lo real. Real que puede estar hecho con la materia con que está hecho el pensamiento, el recuerdo, el avistaje futuro, la premonición o el sueño; real que puede estar hecho con los restos de la impresión, del análisis, del sentimiento, del miedo; real que pueden ser, por supuesto, las cosas mismas. Pero no es lo real, ni siquiera la impresión por él provocada, lo que mueve a la transformación verbal (o cualquier otra, me animo a decir) de dicha cosa. La persona física experimenta un afecto hacia eso que luego, con menor o mayor éxito, traslada, transporta, o exporta (y no dije “traduce”) hacia la hoja. El resultado es otra cosa, cuyo mayor o menor parecido con la cosa es sujeto de otros apuntes, pero en el origen estuvo el sacudón, el resbalón producido por lo real, la embestida interior que llamo aquí conmoción.
    Claro que esto poco tiene que ver con la inmediatez. Casi diría que poco o nada tiene que ver con el tiempo. En todo caso, quizá sí con la memoria. Se me ocurre que la idea de conmoción tiene su extensión por el lado del recuerdo o del almacenamiento de ese recuerdo. El escritor no escribe, no necesariamente escribe, bajo los efectos del aguijón anímico. Sí, creo, merced a la reorganización compleja de él.
    Creo, entonces, que la literatura puede leerse no sólo como una muestra más o menos fiel de lo real, como una recreación más o menos lujosa de una experiencia, como una revelación más o menos clara de una verdad, sino como una organización, más o menos ajustada, de una reacción hacia, para o contra, lo que llamamos, para simplificar, mundo.
     Con lo cual una historia de la literatura es una historia de esa tensión, de esa aspereza, de esa subjetivización entre pasiva y activa del mundo. Leer de este modo la literatura es leer una historia del hombre en vinculación gozosa, dolorosa o tibia con el orbe que lo contiene. La historia de la literatura, digo, sería una historia de la alteración ante el mundo, una historia de esa inocente respuesta a hacia eso que muchas veces, pero muchas veces, es la literatura misma.   

martes, 18 de febrero de 2014

el surco

busco un surco
o una pala que cave el surco
o una mano que empuñe la pala que cave el surco...
busco un hombre

lunes, 17 de febrero de 2014

la tristeza según mi padre

la tristeza, me dijo, no deja de ser un metáfora de otra cosa
por ejemplo
un pájaro en una jaula
la tristeza es una distancia
en este caso
de lo que pudo y lo que puede
por ejemplo un pianista en un piano y muerto
es una distancia
sus manos
un recorrido insalvable
que ya no se va a salvar, quiso decir,
entre el piano que tuvo y el que tiene
sus manos tibias
una distancia, explicaba, una metáfora es la tristeza de una distancia
se confundía
toda la pampa es una distancia
es decir una tristeza, para usar la misma metáfora, dijo,
un herrero manco, un cuchillo oxidado, un cencerro en una flor
es una metáfora esa tristeza, decía, no la sientas, ejercela
no la espantes, admirala, crecela, definila
una distancia es la tristeza, repetía,
lo que mora un ala mojada de pájaro en secarse
un vuelo improbable
lo que tarda en llegar el verano
invierno imperdonable
lo que dista en llegar ese caballo
que esperás, decía,
que te trae la nueva
en ancas
que te distrae del misterio
la tierra
que te permite la grupa
el silencio
para salvar la tristeza, quiero decir, dijo, esa distancia
entre vos y vos
hijo
que cada vez estás más lejos

estar o no estar

estar
donde estar
y estar
siempre
donde no
se quiere estar

domingo, 16 de febrero de 2014

ella

ella me ha robado tantas cosas, pienso,
algunas las drogas me han devuelto
otras quedaron confinadas a lo memorable
otras no quedaron
ha sido ella me digo la encargada de sacarme
antes de tenerla la alegría
algunas, digo, porque otras he ganado
otras en cambio tienen hoy su sucedáneo en el piano
de otros o la guitarra
de otros o mía las letras
de nadie
y  de qué voy a acusarla si ella me marca un límite 
un pájaro muerto una herida un desierto
una puerta imbécil
a veces pienso, pienso, que no hay derecho
a veces que no hay nobleza
otras que nada perdí si nunca tuve
es ella pienso entonces una metáfora tenue de una falta inherente
la que permite después de todo la blanca pastilla
la que se divierte cuando la busco
de rodillas en el suelo
la que me discute cuando escribo
lo que escribo
y tiene razón

viernes, 14 de febrero de 2014

los pájaros

a Liliana Herrero, que sí puede

por qué no puedo llorar, dijo el pájaro
por qué no puedo cantar cuando lloro, dijo
por qué no puedo decir cuando canto
por qué no puedo sentir, dijo
por qué no puedo cantar
por qué no callar

miércoles, 12 de febrero de 2014

a través

había un álamo plateado que no me dejaba ver una mujer
había una mujer que no me dejaba ver el campo
había un campo que no me dejaba ver el mundo
había un mundo que no me dejaba ver un álamo plateado
un campo
una mujer

lunes, 10 de febrero de 2014

lo real

una tarde
en un monte
hizo el amor a ciegas
se despertó creyendo la verdad
que todo había sido un sueño

domingo, 9 de febrero de 2014

La lengua II

caquiado, dice clara,
apestolando, dice,
emborrachamiento
Qué lindo es el castellano a veces
pienso
cuando le saca la lengua a la lengua

sábado, 8 de febrero de 2014

Recuerdos

 no es mucho lo que me olvido cuando recuerdo
(aunque lo contrario quizá también sea cierto)
había un álamo plateado que siempre estaba por ser otra cosa y que nunca lo fue
pájaros gritones y entonados
había un monte en donde hice por primera y quizá por última vez 
algo desmedido
(esa tarde fui animal)
recuerdo un molino inútil a pesar del viento
recuerdo un terito temblando (¿de frío, de miedo?)
es decir recuerdo todo
el ocico de una vaca negra entendiendo que la libertad estaba adentro
un álamo plateado (¿ya lo dije?)
recuerdo vagamente una flor
(pero de este recuerdo desconfío)
una mujer entera y por partes
recuerdo un álamo que ya dije estoy seguro
un trozo de hembra y un álamo
una hoja de álamo y un hombro
un punto verde y uno blanco
(esto ya lo dije)
lo recuerdo todo
como si fuera ahora, es decir,
como si nunca hubiese sido

miércoles, 5 de febrero de 2014

La lengua

a Fermamdo Alfón, que me lo dijo

si te tengo, patria, en la lengua
qué salpico
qué salivo cuando escupo
si te tengo, patria, en la lengua
decir álamo
decir roble
decir hacha entonces no es lo mismo
no me ahogues, patria, en la lengua
no me abortes si te avergüenza mi conjugo
si digo barro, patria, si digo árbol
si digo pájaro, miga, pato, pueblo
qué significo para vos que estás adentro
me asfixio
qué significo para vos que estás adentro

domingo, 2 de febrero de 2014

De la mariposa el árbol

Tan cerca de la mariposa y sin embargo árbol.
Tan cerca de la mariposa y sin embargo.
Tan cerca de la mariposa.
Tan sin embargo.