Buscar este blog

jueves, 23 de marzo de 2017

Historia de la lectura



Días pasados estaba con un amigo. Mirábamos por la ventana. En frente pasaban estorninos, en bandada, hacia algún lugar. Mi amigo dijo, mirá, como en el cuento tuyo, los pájaros parecen ser atráidos por el sitio al que van. Y eso es todo. Creo que esa es la aspiración de todo escritor, la más ambiciosa de todas. Crear minúsculos modelos del pensar, si es posible del ver, y, de ser posible, del sentir. Fue el mejor regalo que, como escritor, me hicieron en toda mi vida.

martes, 21 de marzo de 2017

Historia de la escritura



Les voy a contar una pequeña historia. Días pasados escribí un título para una serie de cuentos. Escribí: Cuentos que me hubiera gustado escribir yo. Hoy volví sobre el título y corregí: Cuentos que me hubiera gustado escribir a mí. Y me nacen preguntas. Quién escribe. Quién corrige. Evidentemente sus estilos difieren. ¿Por qué tednemos siempre a suponer que el segundo es mejor que el primero?  ¿Es una disputa entre la razón y la pasión? ¿Una teoría del progreso? ¿Un premio al trabajo? ¿Una justificación? ¿Es un intento por soterrar el pasado? ¿Por que tenga sentido esto?

viernes, 3 de marzo de 2017

Borges, la angustia, el arte


Borges me produce angustia. ¿Por qué? No me ha pasado con otras escrituras. Sí con otros artistas. Me ha pasado con la música (Brahms, Chopin), con la pintura (Rotko, Matisse, Gauguin), pero no con la literatura. Es muy específico el sentimiento. No es intensidad, no es ninguna otra emoción. Borges me angustia. Claro que es esa angustia que uno tolera e incluso solicita. Es una suerte de angustia mística, de cierto tipo de felicidad, de plenitud, de exceso. Quizá también en el sentido de lo real, como lo piensa el psicoanálisis.
Claro que me gustaría entender la razón. Hablaría de mí, de él, y de nuestro vínculo, quizá bastante compartido. Se me ocurre lo siguiente. ¿Será que lo que Borges ha dejado me excede? ¿Como me excede la música y me excede la pintura? Quiero decir, ¿será que el lenguaje con el que pienso queda excedido por el lenguaje al que me enfrento? ¿Como la realidad lo excede? ¿Será que la realidad, la pintura, la música y Borges hablan más allá de la inteligencia (la mía, claro)? ¿Será su proeza haber logrado verbalmente, con su apariencia de perfecta intelección, lo que logra a veces la poesía?
Creo que sí. En ese caso, me gustaría llamar arte a todo aquel hacer humano que excede la inteligencia y que es capaz de producir una felicidad... cierto tipo de felicidad. Decirle arte a ese exceso. Lograrlo con pintura o con sonidos me parece menos increíble que haberlo hecho con palabras y reglas compartidas de un idioma forjado precisamente por nuestra inteligencia.
¿O es que Borges escribe en otra lengua?